Dios bendijo a su Hijo
y lo entregó al Hombre;
le dio como arma el amor,
sabía que mandarlo sin nada
era enviarlo a una celada.
Dios le dijo a su Hijo:
“Ámalos y dales el perdón en mi Nombre”.
Dios bendijo a su Hijo
y lo envió al Hombre;
María dio a luz al pequeño
y el santo Niño creció.
El Hijo al Hombre le dijo: “Hijo”,
el Hombre temió y lo encerró;
el Hijo al Hombre amó,
el Hombre mintió y lo torturó;
el Hijo al Hombre perdonó,
el Hombre se ensañó y lo crucificó;
el Hijo al Hombre le dijo: “Hijo”,
el Hijo a su Padre pidió: “perdónalos, Señor,
porque son pobres de razón”.
El Padre le dijo al Hijo:
“ve entonces, déjales tu corazón:
que si alguien quiere ser salvado
que te lo pidan en oración”...
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