Y yo que creí
que los ángeles no existían…
y yo que creí
conocer la belleza…
¡estúpido de mí!
Lo supe en el momento que te vi.
No sé cómo debiera nombrarte
pues no he visto mujer más hermosa que tú;
eres perfecta de noche o de día,
con viento o con lluvia,
con hambre o con sed…
Y yo que creí haber visto todo…
¡estúpido de mí!
Lo supe en el momento en que te conocí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario