Tan exacta como el tiempo
que nunca deja de correr;
así reíste y lloraste, lo sé.
Querías cosas bellas tener,
eras una niña, no una mujer.
Así como el viento
quisiste viajar,
sentir que eras libre,
ser nube o el huracán
sin tener compromisos atados a ti.
El tiempo pasaba y todo cambiaba,
dejabas muñecas, dejabas colores,
ahora eran los sueños de juventud.
Tan pronto tus líneas
se volvieron curvas,
todo tu cuerpo y tu mente cambió.
Ayer niña, hoy una mujer
ayer con crayones, hoy con bilé,
ayer con tus tenis
con grandes calcetas y un trozo de pastel,
hoy con tacones, con medias oscuras,
y mucho aún que aprender…
Ayer una niña… hoy una mujer,
ya tienes pareja,
y dentro de poco
también un bebé.
Ayer una niña, hoy…
Hoy una mujer.
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